Cada día, muchos pacientes son
sometidos a intervenciones quirúrgicas programadas, otros han sufrido accidentes de tráfico o laborales o padecen cáncer y
deben someterse a tratamientos agresivos, etc. Todos ellos precisan de una
transfusión. Esta es la principal razón por la que la sociedad necesita de
personas que estén dispuestas a donar su sangre, bien para llevar la
esperanza a dichos pacientes, para mejorar su calidad de vida e incluso para salvársela.
Si queremos
disponer de una transfusión segura, debemos partir de una DONACIÓN VOLUNTARIA,
ALTRUISTA Y RESPONSABLE.
La donación de sangre es un acto sencillo, rápido, prácticamente indoloro y controlado medicamente. Es un acto seguro: no perjudica al donante, dado que se utiliza material estéril de un solo uso, y tampoco debilita al organismo.
Debe cumplir la doble garantía de no
perjudicar al donante y no producir efectos desfavorables en los posibles
receptores.
La
donación se encuentra regulada por el Real Decreto 1088/2005. Antes de
cualquier extracción, todo donante debe revisar un cuestionario y, en caso de
duda, ponerla en conocimiento del personal sanitario. Seguidamente certificará,
mediante su firma, que ha sido informado sobre los supuestos excluyentes
y que autoriza a utilizar su donación. Por último, el personal sanitario
estudia las últimas analíticas para asegurar que la extracción no va a perjudicar
al donante, ni al receptor.
Este link
muestra un video completo sobre la importancia de la donación de sangre, y todo
lo que ello conlleva.
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